Rendir un tributo a Mari Trini, no es dejarse llevar por un modismo, es una necesidad de hacer justicia a una carrera envidiable, transgresora, creativa y con el toque de sensibilidad necesario para anidar en el corazón de las gentes que aún se emocionan con sus canciones y su recuerdo. Dejar morir su imagen y sus éxitos, sumirla en el olvido, es algo que aún no corresponde.
Mari Trini ha sido un icono de la música de nuestro tiempo. Una vida de éxito y felicidad, pero breve en algunos momentos como decía ella, y también teñida de dolor, que gracias a su belleza interior y fortaleza, supo enfocarla para formar una mujer de carácter sobrio, audaz, inteligente y sensible. En lugar de hundirse en la soledad y la desesperación afloró en ella, la vida, la creatividad y la luz. Por eso cada paso que daba, cada decisión que tomaba, estaba llena de lógica. Siempre a sus criterios.
Pero tristemente a pesar de todo también fue presa del olvido, y la duda y el desconcierto anidaron en su gesto y en su mirada, algo que un artista sensible no puede esconder.
A través de sus canciones de marcada personalidad y sobre todo de sus letras, defendió el feminismo.
Este homenaje estará a cargo de Helena Bianco, al piano Pablo Cabello, con la guitarra Nacho Ruiz, todo bajo la dirección de Alberto Vázquez.
La cita será el sábado 3 de octubre a las 22:00 horas en el Teatro Flumen de Valencia. El precio en taquilla 18 € y anticipada 15 €.
