Determinar qué es lo que le confiere valor a una propiedad en una ciudad de alto capital cultural como Valencia, requiere considerar el nivel de exclusividad y lujo del que una zona puede disponer. Según nos comenta Javier, director en jefe de cuencamirasol.es, la zona más cara de Valencia es el distrito de L’Eixample.
Situación actual
Los últimos informes del mercado inmobiliario para la Comunidad Valencia son alentadores y en general positivos. La Comunidad en conjunto ha recuperado una parte significativa de su actividad tras los peores meses del año pasado —los peores en mucho tiempo—. Y si bien esto resultó problemático en muchos sentidos, el sector inmobiliario salió bastante bien parado de todo el asunto —especialmente si consideramos el estado de otros sectores mucho más golpeados por la pandemia—.
Los informes indican que el precio del alquiler, el cual creció un cincuenta por ciento durante los últimos cinco años, alcanzó un máximo durante la pandemia, lo que a su vez representó un fuerte ajuste en el poder adquisitivo del mercado disponible. Varios referentes del sector han señalado este fenómeno como uno de los más significativos durante el último año y medio.
La Asociación de Inmobiliarias Comunidad Valenciana lo reconoce, ya que se encuentran en una situación similar al resto del país en lo que a la inflación de precios se refiere. La Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias señala a esta situación como una de las más notables en muchos años. Por su parte, los propietarios se pronuncian en contra de los precios limitados, puesto que muchos de ellos prefieren no alquilar antes que alquilar con pérdidas.
El sector inmobiliario de Valencia, en representación de propietarios y desarrolladores de proyectos, advierte que las restricciones empeoran la situación, al establecer limitaciones a un mercado que lo que requiere es flexibilidad para conseguir estabilizar la oferta y la demanda —y, por lo tanto, los precios—.
Javier, de una de las agencias más reconocidas del sector, Cuenca&Mirasol, sostiene que el mercado sin embargo sigue creciendo de manera lenta y paulatina: la recuperación de la economía en general parece favorecer la inversión en los proyectos de desarrollo urbano y en las operaciones de compraventa de inmuebles. Las zonas más exclusivas y caras de Valencia muestran un nivel de actividad de gran desempeño económico.
Las tendencias del mercado parecen tranquilizar al sector. Aparentemente, este ha recuperado la mayoría de los niveles de actividad pérdida durante los meses de pandemia, especialmente en los sectores medios y altos de la sociedad. En los sectores de menor poder adquisitivo, la situación se encuentra más atrasada, en tanto el valor del salario no alcanza todavía al aumento de los precios de alquiler —un aumento de alrededor de 11 % en los últimos cinco años—.
Panorama para el alquiler y la vivienda
La participación más activa en el mercado la realizan parejas jóvenes sin hijos que alquilan por primera vez por su cuenta. Se trata de la mitad de la población arrendataria dentro de la Comunidad Valencia hoy en día. Esta cifra es más o menos similar en el resto de España.
Las familias numerosas o parejas con hijos encuentran menos incentivos para movilizar recursos —buscan comprar su propia casa y dejar de alquilar—.
El director de Cuenca&Mirasol también advierte la distancia porcentual que separa a ambos géneros cuando se trata de alquilar: dos tercios de los alquileres son realizados por hombres. Esto tiene varias causas que provienen de la desigualdad de género; por ejemplo, la mayoría de los alquileres son para personas que viven solas, algo que los hombres parecen preferir.
En este sentido, es sumamente difícil para una persona cubrir el coste de la vivienda individual, ya que, en la mayoría de los casos, el alquiler representa una porción significativa del ingreso de la clase media. Justamente por eso, el alquiler de parejas jóvenes sin hijos es de los que mejor rendimiento encuentra entre alquilar y vivir en la Comunidad Valenciana. Muchos de ellos incluso pueden acceder a zonas muy caras o invertir en la compra de una casa propia.
En cuanto a invertir en una propiedad, por lo general se recurre al aporte financiero de una entidad de crédito. Estas pueden aportar hasta el 80 % del valor de la propiedad, aunque esto no termina de aliviar el estrés económico que proviene de ahorrar el 20 % que la persona deberá disponer por cuenta propia —muchas veces disponer de esa suma es condición excluyente para la acreditación de un préstamo hipotecario—.
En cuanto al mercado de la propiedad para uso comercial o entretenimiento, la situación es más precaria todavía: la caída de la actividad comercial y el turismo fue devastadora en términos de valoración y oferta inmobiliaria, los precios cayeron significativamente y el mercado se saturó de propiedades vacías imposibles de vender o alquilar. Hoy esto está cambiando, aunque todavía no se alcanza el desempeño previo a la pandemia.
Inversión y desarrollo
En cuanto al desarrollo inmobiliario e iniciativas de inversión, el sector sigue la misma tendencia alcista que el resto del país. Según los especialistas del sector, se perciben ciertos recaudos a la hora de iniciar proyectos o retomar la actividad en casos de obras suspendidas durante la pandemia.
A este fenómeno de falta de confianza, se suma el de la falta de solares disponibles para la urbanización, lo que encarece el precio de los que sí se encuentran disponibles y fundamentalmente desincentiva el desarrollo de proyectos de envergadura. Y si bien existe una demanda evidente de este tipo de lugares acondicionados y listos para ser edificados, llamados solares, la principal causa de esta situación es la normativa vigente.
Gracias a todo esto, la oferta de promociones de viviendas se ha reducido considerablemente y los desarrollos urbanísticos se han alejado de las zonas de mayor densidad demográfica, justamente donde existe una mayor necesidad habitacional. Según la Cátedra Observatorio de la Vivienda, la obra nueva en la ciudad de Valencia se ha reducido mucho, mientras que los precios se elevaron de manera proporcional e inversa.
La zona más cara de la ciudad
Una de las razones de la recuperación económica que el sector inmobiliario percibe hoy en día tiene que ver con la compraventa de propiedades de lujo en las zonas más exclusivas de la ciudad. De hecho, las transacciones y operaciones realizadas sobre este tipo de pisos y bienes resultan fundamentales para subvencionar el resto de las actividades del sector.
Este escenario es particularmente favorable para ciertos propietarios de las zonas más caras de la ciudad; desde L’Eixample hasta Ciutat Vella, pasando por Plà del Real y Cabanyal, estas áreas representan una parte importante del grueso del capital inmobiliario que se comercia actualmente en el mercado valenciano. De hecho, se trata de una de las inversiones más seguras si se dispone del capital suficiente para comprar.
En este sentido, la zona más cara de Valencia es el distrito de L’Eixample. Este se encuentra compuesto por los barrios Ruzafa, El Pla del Remei y Gran Vía. La posición del distrito y la cercanía con todos estos sectores de gran interés conforman un escenario ideal para la actividad inmobiliaria en general, ya que limita con los distritos de El Plá del Real, Quatre de Carreres, Ciutat Vella y Extramurs.
El distrito de L’Eixample es reconocido por estar asociada su arquitectura y cultura a la época señorial clásica del casco antiguo de Valencia —de murallas para adentro es la expresión habitual—. Esta herencia incentiva la llegada de inversionistas extranjeros, quienes reconocen el valor turístico y cultural de la región y apuestan por su crecimiento para los próximos años. Muchos especialistas señalan que esta representa una gran oportunidad para propietarios que buscan vender su propiedad para aprovechar la alta demanda de pisos de lujo.
De modo similar, quien desee comprar puede aprovechar que la tendencia indica un crecimiento en el valor de las propiedades durante los próximos años. Comprar ahora implica adquirir un bien cuya cotización se multiplicará en relativamente corto plazo. La única verdadera barrera a la hora de conseguir una propiedad ideal y maximizar el rendimiento de la inversión, es asegurarnos de firmar con una inmobiliaria que conozca el mercado.
El distrito de L’Eixample, seguido de cerca por el de Ciutat Vella, son hoy las zonas más exclusivas y caras de todo Valencia. El interés por propiedades en estos distritos es tal que tanto inversores locales como extranjeros buscan renovar pisos de lujo en esta parte de la ciudad. Por su parte, las viviendas que pueden encontrarse en este distrito en la actualidad son modernas, de cuidado diseño y gran despliegue estético.
Esta zona dispone de una activa vida comercial y nocturna. La mayoría de los locales de la zona se encuentran en edificios restaurados. Se pueden ver balcones y ornamentaciones originales en las calles principales de Reino o Gran Vía, las cuales disponen de muchos espacios verdes y amplias zonas de tránsito a pie, calles amplias, largas y soleadas que llevan a las mejores partes de la ciudad en poco tiempo.
Existen ciertos casos de vivienda temporal para turistas y extranjeros, los cuales disponen de todas las características de hospedajes de gran nivel —y grandes precios—. Estas viviendas se encuentran reservadas para turistas de gran poder adquisitivo.
Consideraciones para invertir en una propiedad en L’Eixample
Esta parte de la ciudad siempre se ha relacionado con el poderío y la nobleza señorial de la opulencia clásica que solía dominar el territorio. La mística de este sector, sin embargo, no es la única razón de su exclusividad ni del aumento en la inversión en vivienda: habitar esta zona representa un estándar de vida de la mayor calidad.
En efecto, este distrito se encuentra en una zona geográfica favorecida por la cercanía a los centros culturales y comerciales más importantes de la ciudad y dispone de una gastronomía de gran calidad. Asimismo, L’Eixample se destaca por ser un mercado que crece constantemente y cuyas propiedades suben de precio año tras año. Adquirir una propiedad en este distrito no solo comporta una inversión inteligente, sino también una oportunidad de mejorar nuestra condición social.
Como mencionamos más arriba, este distrito en el centro de la ciudad es uno de los más exclusivos por su proximidad con otras zonas de gran valor, el capital cultural que se ubica entre sus calles y la historia y sociedad que vive allí. Es uno de los distritos de mayor despliegue en cuanto a moda y tendencia de la alta costura, especialmente en Ruzafa.
Según Javier, el director de Cuenca&Mirasol, la agencia más reconocida del sector, en esta zona es mucho más sencillo comprar una propiedad que alquilarla, incluso cuando se trata de locales para la actividad comercial. Las empresas que invierten en propiedades de esta zona tienen su éxito comercial garantizado de la noche a la mañana.
El director además señala que este distrito se ha convertido en uno de los más desarrollados en cuanto a su gastronomía y actividades de entretenimiento. Se trata de un lugar de visita de extranjeros por su comodidad y cercanía a los principales atractivos de la ciudad. Actualmente se encuentra bajo un proceso de renovación claramente destinado a fortalecer su atractivo.
La creciente demanda por propiedades en los distintos barrios que componen al distrito lo convierten en una fuente inagotable de mejoras edilicias y propuestas para quienes viven allí. La proximidad con el cauce del viejo Río Túria resulta significativa, ya que ofrece la oportunidad de realizar una multitud de actividades al aire libre.
La exclusividad y precio de las propiedades de L’Eixample provienen de una historia de siglos de antigüedad que hoy sostiene una vida cultural muy rica y provechosa. Las personas que viven en esta zona son las más acaudaladas y su presencia confiere al distrito ciertas características que hacen que la calidad de vida sea una de las más altas en todo el mundo.
Los especialistas de cuencamirasol.es recomiendan invertir en esta zona, ya sea para la vivienda, el desarrollo o el comercio. En todos los casos, representa una apuesta segura para quienes dispongan de los medios económicos y las influencias suficientes para ganarse un lugar en la zona más cara de Valencia.